La fuente Alemana
El lugar del señor balón:
Por: Sergio López Pérez
Todo vive alrededor de una esférica, por estos días. Si bien, todos sabemos de manera triste que nuestra mediocre Selección de Fútbol que no tuvo ningún mérito y que nos generó sin sabores, amargos momentos, correr para ver el partido en casa junto a la reunión con los amigos.
Hoy, el fútbol nos tiene poseídos, muchos hacen sus apuestas, dan de ganador a los favoritos, pero hasta el momento han resultado ser casi deslucidos y con marcadores de mínima diferencia, de buen trámite, grato como un espectáculo visual, pero en un corto marcador. Personalmente, siento que Corea Japón 2002 me dejó satisfecho en despliegue futbolístico y óptico. Ese prisma no es el mismo. Sin embargo, a diferencia de aquel año, la fuente Alemana de este presente mundial, es la interacción digital que ofrece la información minuto a minuto de lo que ocurre, generando una atracción sobretodo en el público masculino.
En la calle, en el trabajo, en la oficina, transporte, en las vitrinas de una tienda son parte de los lugares en que se vive a distancia el mundial germano, que deja ver lo ordenado que es esa nación, bajo una fuerte inversión, interés e innovación a nivel global.
¿Y nosotros cuándo?
Al ver lo coordinado, ordenado, serio y puntualidad, los alemanes se merecen tener otra oportunidad a la que tuvieron el ’74 (una Alemania dividida). La opción de demostrar que pueden lograr cosas grandes es en este punto donde uno se detiene a pensar y cuesta imaginarse que algún día nuestro país se anime o sea elegido para sede de un mundial. Tragicómico: Las canchas no son buenas, tienen poca capacidad y lo más tremendo que no existen los recursos necesarios.
“Me quedé dormido”
Nuestro respetado Presidente de Fútbol Chileno, Reinaldo Sánchez (Don Choco) en la Asamblea de la FIFA se reunieron todos, pero faltaba uno: El representante de Chile Don Reinaldo, se quedó dormido. Estos son los detalles donde uno desea escalar hasta un cerro muy alto a gritar ¡No pueden existir cosas así!.
Señores aún tenemos mundial para disfrutar una emoción que se siente cada cuatro años, evento al que no somos tan fervientes seguidores, pero de igual manera nos cautivan, emociona e incluso nos gusta.